La batalla comenzó. Yo defendí mi posición y repetí incesantemente "No entrarás" (si llegas después de las 12).
El monstruo era fuerte pero yo lo fui más y logré imponer mi voluntad. Pero hubo algo que se presentó de última hora con lo que no contaba y me aruinó mi victoria.
A ver, lo que pasó. Ya, neto.
El primer día(un martes), todo mas o menos en paz. Incluso mi hermana su durmió temprano.
El segundo día, mi hermana salió en la noche disque "a la tienda" (su palabra clave para ir a embriagarse) y me dijo: "No vayas a cerrar la puerta"(ya ven que la otra vez le cerré la puerta y la dejé durmiendo en la cochera). Yo dije: "Si llegas después de las 12 cierro la puerta". Y eso pensaba hacer.Eran las 11:58 p.m. mientras me cepillaba los dientes como último paso antes de ir a cerrar la puerta, cuando la escuché entrando. Me quedé con las ganas de dejarala afuera.Tercer día. Además de soportar su presencia no tuve niguna otra cosa de la cual quejarme; llegó temprano.El cuarto día fue viernes, la prueba de fuego de mi toque de queda. Pero un elemento imprevisto me arruinó las ilusiones: mi hermana mayor que venía a solapar los desmanes de la otra.Mi hermana mayor (la que se fue a vivir con su novio) vino a cuidar que yo no cerrara la puerta. Bonito chiste. Al final renuncié a mi plan sabiendo que 'aquella' terminaría llegando a la hora que se le diera su gana. Pero no llegó a dormir aquí.
Quinto día y bendito sábado, salí temprano a comprar mi libro de Harry Potter y luego al japonés. Mi hermana mayor me avisó que se llevaba a la hermana monstruo por un día a su casa.Ja, puros cuentos. Eso nomas' fue la versión oficial. ¿Cómo lo sé? Era demasiado sopechoso. Y además porque a la monstruo se le ocurrió hablarme por teléfono en la tarde diciendo que ya estaba en casa de mi otra hermana, pero la sirena de una patrulla que pasaba en ese preciso instante por mi ventana y que misteriosamente se sincronizó con el ruido de fondo de donde me hablaba mi monstruosísima consanguinea, me hizo saber que estaba aquí cerca. Se delató ella solita.Sexto día. Nada de relevancia. Excepto que esa noche terminé de leer el libro 7 de Harry Potter(eso sí es de relevancia y se merece tema aparte), pero respecto a lo demás, nada. Llegó temprano.
Octavo día... terminó la pesadilla. Los progenitores llegaron.
Y así sucedieron los hechos. La reflexión de todo esto que pasó es que los corajes y amenazas que hice, sí surtieron efecto porque dejó de hacer su pachanguitas aquí. Seguramente las habrá ido a hacer a otro lado, pero mientras yo pueda dormir en paz no hay problema. Sus amigos ni a la puerta se acercaron; podría ser que en las pocas horas en las que yo estaba fuera pudieron haber venido, pero en mi presencia ni se aparecieron.
Y pues, con tantos y tan notorios resultados a mi favor, no puedo evitar pensar que debería enojarme más seguido... vaya que sí funciona. :D